Orquídeas. Semillas fosforescentes meriendas del Ritonelo enojón. Camachos conspicuos empobrecen la colateral impacibidad del animal mordedor. Cuando el Ritonelo se empeña en escapar de esas voluminosas personas esconde primero debajo de las suelas su DNI y luego huye despotricando sandeces. Conspiran contra el tornasolado mohín abarrotado de pieles y le enchufan al pobre Ritonelo esas odiosas adversidades. Odiosas o ho! Diosas. Bellísimas lágrimas alumbradas por un foquito un lunes después de cenar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario